Museo Memoria del 11 de Septiembre abierto al público en general

El Museo de la Memoria del 11S quedó abierto para todo público  este miércoles por primera vez tras una semana reservada a los familiares de las víctimas y al personal de emergencias que participó en las tareas de rescate tras los atentados de 2001.

Turistas y neoyorquinos se acercaron hasta el Memorial del 11S, lo que antiguamente se llamaba “zona cero”, para visitar por primera vez las instalaciones del nuevo museo, inaugurado oficialmente la semana pasada por el presidente estadounidense, Barack Obama.


La apertura al público estuvo precedida de una emotiva ceremonia en la que se trasladó al museo la bandera del 11S, que ondeaba en unos de los edificios del World Trade Center el día de los atentados y que fue recuperada posteriormente entre los escombros.

A lo largo de varias salas repartidas en más de 10.300 metros cuadrados de exposición, los visitantes pueden ver desde dos tridentes de acero que formaron parte de la estructura de la fachada de la Torre Norte hasta los restos de un camión de bomberos.

Los dos sectores principales del museo se encuentran bajo las enormes piscinas que presiden el Memorial del 11S, donde se pueden ver fotografías, maquetas y objetos personales de las víctimas y del personal de los servicios de emergencia y rescate.

También se encuentra “la última columna”, de 56 toneladas de peso y casi 11 metros de altura, retirada de la “zona cero” en 2002 y que en las semanas posteriores fue cubierta de mensajes, fotos y otros recuerdos por el personal de rescate, los voluntarios y familiares.

El museo, abierto casi trece años después del 11S, no ha estado exento de polémica, desde el traslado de los restos todavía sin identificar de las víctimas a un sótano del edificio o la entrada de 24 dólares hasta por la apertura de una tienda de suvenires.

Todavía quedan por identificar 1.115 de las 2.753 personas que murieron aquel día tras el derrumbe de las Torres Gemelas, y de los cerca de 22.000 fragmentos humanos que se recuperaron en la “zona cero” casi un tercio todavía no han sido cotejados.

Familiares de las víctimas también han criticado que en el museo haya una tienda de suvenires, en lo que algunos han considerado una “mercantilización” del dolor ocasionado por los atentados terroristas.


El museo abre los siete días de la semana, la entrada va de 24 dólares los adultos a 15 dólares los menores de entre 7 y 17 años, y los familiares de las víctimas no pagan, mientras que los martes es

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