El sentenciado es Claudio Casimiro Rey Almonte que abusó sexualmente de su hijastra a la cual
acostumbraba a violar desde los 9 años de edad, así como a una menor de diez
años sobrina de la esposa del mismo y otra menor de 8 años quien visitaba un
familiar cerca de la residencia del condenado.
Rey
Almonte quedó al descubierto cuando la
madre de la menor de nueve años empezó a notar conductas sospechosas en su hija
siempre que regresaba de visitar la casa
de su madre e inmediatamente procedió a
interrogar a la niña logrando que esta
contara lo sucedido.
Cada vez que
la pareja del mismo se encontraba fuera de la casa, el señor Rey Almonte
aprovechaba la ocasión para violar a su hijastra, la joven con nostalgia
expresó que el abusaba sexualmente de ella desde que tenía nueve años y que lo
hacía delante de una prima y su hermano de diez años.
La otra
menor afectada se encontraba visitando la casa de una tía cuando el condenado
la violó, pero no fue hasta que cayó preso que la niña decidió hablar lo
sucedido.
Los exámenes
médicos presentados en el Primer Tribunal Colegiado de esa jurisdicción indican que las menores
presentaron laceraciones vaginales, así como la falta de himen.
Los jueces
del primer tribunal colegiado acogieron las pruebas presentadas por el
Ministerio Público que estuvo representado por el fiscal José Armando Tejada,
que logró la condena en virtud de la violación a los Artículos 330 y 331 del
C.P.D. 396, ley 136-03.
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