El cáncer de mama y el cáncer cervicouterino son los dos cánceres más frecuentes en las mujeres de nuestro país.
Las mujeres han aprendido a realizarse su Papanicolaou cada año para detectar a tiempo lesiones y prevenir el cáncer cervicouterino.
Sin embargo, el problema del cáncer de mama, cada vez más frecuente, obliga a que enseñemos a las mujeres a realizarse un autoexamen mamario y en caso necesario acudir con su Médico.
No debemos esperar a que el problema de cáncer de mama nos rebase, hay que trabajar más en la prevención y detección de cánceres tempranos.
Para realizar el autoexamen mamario, primero hay que observarse frente a un espejo y con el tórax desnudo observar detalladamente la forma y simetría de las mamas, el color, los bordes y la textura de la piel.
El segundo paso es la exploración: en posición adecuada, tocar con la mano y dedos cada cuadrante de la mama y al final hacer presión sobre el pezón buscando si existe salida de líquido.
Aún en la ausencia de detectar lesiones en la autoexploración o en la exploración por el médico, en mujeres mayores de 40 años, es necesario hacer una mastografía y en ocasiones es necesario complementar dicho estudio con ultrasonido.
En mujeres menores de 40 años es más útil el ultrasonido.
Es importante realizar la Mastografía con equipos adecuados y la interpretación de un radiólogo experimentado es crucial.
En caso de detectarse lesiones sospechosas es importante que tu Médico tratante cuente en su equipo con un oncólogo con experiencia en cáncer de mama, para oportunamente tomar la biopsia o proceder al tratamiento que el caso amerite.
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