Las dos
mascarillas faciales que te presentamos a continuación son alternativas más
suaves que puedes probar en casa. Ambas te ayudarán a remover la capa de
células muertas, revelando una piel más suave y saludable.
Mascarilla
de pepino
El pepino es
un astringente que tensa la piel, mientras que la manzanilla, el té verde y
aloe vera, suavizan, nutren y desinflaman.
NECESITARÁS:
1 pepino,
pelado y sin semillas
2 oz de té
manzanilla
2 oz de té
verde
1 paquete de
gelatina sin sabor
1 onza de
gel de sábila (aloe vera)
Prepara un
puré con el pepino hasta que parezca una pasta. Puedes usar la licuadora.
Cuélalo bien y reserva el jugo. Combina el té de manzanilla, té verde y la
gelatina en una cacerola pequeña, revolviendo a fuego lento hasta que la
gelatina se disuelva. Retira del fuego y transfiere a un tazón de vidrio.
Agrega el jugo de pepino y la gel de sábila y mezcla bien para que todos los
ingredientes se incorporen. Refrigera durante unos 25 minutos o hasta que la
mezcla comience a espesar.
Unta la
mezcla sobre tu rostro y cuello, dejándolo actuar durante unos 20 minutos.
Retira la mascarilla y enjuaga con agua tibia.
La enzima de la lechosa es un exfoliante de gran alcance, además, también alivia y
nutre la piel.
NECESITARÁS:
1 taza puré
de lechosa (licuada o procesada)
1 taza de
puré de piña (licuada o procesada)
3 cucharadas
de miel
Mezcla el
puré de lechosa y el de piña en un tazón de vidrio. Agrega la miel y mezcla.
Refrigera por 20 minutos aproximadamente, hasta que la mezcla espese un poco.
Unta la mezcla sobre tu rostro y cuello, dejándolo actuar durante unos 15
minutos. Retira la mascarilla y enjuaga con agua tibia.
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