Nueva York.- Son joyas de
platino que tienen que ser insertadas en la conjuntiva del ojo
Su precio
ronda los 2.900 euros y se tarda unos 15 minutos en colocar la pieza metálica.
Primero
fueron los pendientes, luego los piercings, tatuajes y escarificaciones... y
ahora llegan las joyas oculares, una idea de origen europeo pero que se ha
puesto de moda en Estados Unidos. La joyerÃa en los ojos ha llegado incluso a
la televisión, con la retransmisión hace unos dÃas de la primera intervención
de este tipo en Nueva York. A pesar de las promesas de su inocuidad por parte
de los especialistas que se han metido de lleno en este procedimiento, son ya
muchas las voces de expertos que advierten de sus graves riesgos.
El diseño de
estos implantes tiene patente holandesa. El Instituto para la innovación de la
cirugÃa ocular de Róterdam realizó los primeros 10 implantes y los publicó en
2003 en la revista Journal of Cataract & Refractive Surgery donde mostraba
que la colocación de joyas de platino en el globo ocular no generaba ninguna
complicación meses después.
El procedimiento,
denominado en inglés SafeSight Eye Jewelry, consiste en realizar, tras la
anestesia local del ojo, una pequeña incisión en la conjuntiva, la membrana
transparente externa. Posteriormente, el médico inserta una delgada pieza de
joyerÃa dentro de la incisión. En total, se tarda unos 10-15 minutos y el
precio en las clÃnicas estadounidenses oscila entre los 3.000 y 4.000 dólares
(entre 2.200 y 2.900 euros).
«En nuestra
sociedad, la gente quiere llevar todo tipo de cosas en su cuerpo, como los
piercings, y el ojo es el órgano más Ãntimamente involucrado en las relaciones
sociales. Pero no habÃa ningún implante para ellos, y pensamos que podrÃa estar
bien si pudiéramos fabricar algo seguro y sin riesgos», afirmaba hace unos años
en la revista de la Sociedad Americana de Cataratas y CirugÃa Refractaria
Gerrit R. J. Melles, director del centro holandés, a quien se le ocurrió esta
idea mientras desarrollaba dispositivos implantables para tratar el glaucoma.
También
avala su seguridad el cirujano que hace unos dÃas mostraba su primera operación
a la cadena FOX, el doctor Emil Chynn, del centro Park Avenue Laser Vision,
quien puso un corazón de platino de 3,5 mm a una joven rusa. «El riesgo de
ceguera o pérdida de visión es cero. Porque si no fuera asà no podrÃa ofrecer
este procedimiento», asegura Chynn a EL MUNDO, quien señala que la paciente
sólo notó una ligera molestia durante los primeros dÃas, similar a la que da
una pestaña dentro del ojo. «Ahora no nota nada. Y se precia de ser la única
chica rusa del planeta con una joya de platino en los ojos», asegura.
Sin embargo,
no todos opinan lo mismo sobre la ausencia de riesgos. Hace unos dÃas la
Academia Americana de OftalmologÃa advertÃa a los ciudadanos del paÃs de los
riesgos de esta práctica, probablemente por la emisión televisiva de esta
intervención. «No hay suficiente evidencia para apoyar la seguridad o valor
terapéutico de este procedimiento», afirma Phillip R. Rizzuto, oftalmólogo y
secretario de comunicaciones de esta academia. «Se insta a los consumidores que
eviten la colocación en el ojo de cualquier cuerpo extraño que no esté
demostrado que sea médicamente seguro o aprobado por la Agencia del medicamento
(FDA)». Entre otros riesgos, se enumeran: ceguera por infección o sangrado,
hemorragia subconjuntival, perforación del ojo o conjuntivitis.
De la misma
opinión se muestra Julián GarcÃa Sánchez, oftalmólogo emérito del Hospital
ClÃnico San Carlos de Madrid, quien señala que la esclerótica, la capa que está
por debajo de la conjuntiva, es muy vulnerable. «Si hay infección en la capa
superficial y, mediante la incisura, se transmite a la capa siguiente, la
esclerótica, los daños son más graves. La conjuntiva tiene un mecanismo de
protección más fuerte y resistente, ya que cuenta con la lisozima, una enzima
presente en la lágrima que actúa como barrera frente a las infecciones. Pero
esta enzima no llega a la conjuntiva, por lo que no cuenta con esa defensa
natural, y una infección ahà es difÃcil de tratar», explica.
Porque
cuando la infección está por debajo de la conjuntiva, los colirios con
antibiótico no sirven. «Se tiene que optar por inyecciones intraoculares, pero
la probabilidad de que vaya mal es alta. Aproximadamente el riesgo de pérdida
de visión en una infección de este tipo es del 0,5%, es decir, una de cada 200
personas».
Por su
parte, Luis Fernández-Vega, director médico del Instituto Oftalmológico
Fernández-Vega y presidente de la Sociedad Española de OftalmologÃa, señala que
en España no conoce ningún caso de este tipo. «Pero, sin ser una intervención
muy agresiva, me parece un disparate porque puede gener molestias permanentes,
infecciones y una reacción inflamatoria», concluye.
La cadena televisiva FOX emitió en directo el primer implante de este tipo en Nueva York
0 Comentarios